Epicuro (en griego Επίκουρος) (Gargeta, 341 adC –
Ática, 270 adC fue un
filósofo griego, fundador de la escuela a la que dio nombre.
De padres pobres (Neocles, su padre, era maestro de escuela y Queréstrates, su madre, adivina) se educó en
Samos, lugar en el que los atenienses habían establecido una colonia, de la que pasó a
Atenas a la edad de diez años, ciudad que abandonó a la muerte de
Alejandro Magno.
Según Demetrio de Magnesia, citado por
Diógenes Laercio,
Epicuro recibió en Atenas las lecciones del académico
Jenócrates, abriendo en Lampsaco, a la edad de 39 años, una escuela que luego trasladaría a Atenas. Otras fuentes señalan, sin embargo, que originalmente la escuela se fundó en la isla de
Lesbos, trasladándose con posterioridad a Lampsaco. En cualquirer caso, una vez en Atenas, fue jefe de la secta que lleva su nombre hasta su fallecimiento a la edad de 72 años, dejando la dirección de su escuela en manos de Hérmaco de Mitilena, quien afirmó que su maestro, después de haber sido atormentado por crueles dolores durante catorce días, sucumbió víctima de una retención de orina causada por el mal de la piedra. En su testamento, conservado por Laercio, otorgó la libertad a cuatro de sus esclavos.